Ahora os quiero escribir sobre algo de lo que se habló pero que ahora solo se dan pequeños rumores y pinceladas en los in-informativos, en efecto es sobre La Educación, otra inocente violada y victimizada por los buenos gobiernos.
¿Cuántas cosas han pasado en este último siglo- el XX y XXI- con la educación? Pues un sinfín de situaciones grotescas y feas, salvadas por algunas cosas buenas, que la mayoría han sido gratis. ¡Ah, no! Me confundía, la mayoría han sido pagando. ¿Era mejor o peor la educación de antaño? Y si es peor o mejor ¿en qué? ¿Son mejores las instituciones públicas o privadas? ¿Es mejor que a la universidad solo acuda la élite? ¿Por qué un político en España puede no acabar el bachiller y a mí se me exige por lo menos un estudio de postgrado? ¿Por qué lloran los cocodrilos?
Como mínimo han existido 10 leyes, desde el primer bienio de la II República hasta la nueva ley LOMCE de 2013 y más concretamente de estas dos últimas reformas y su polémica trascendencia.
Uno de los mayores índices para saber la salud de nuestra educación es el ya conocido informe PISA, se define como un estudio internacional de evaluación educativa de las competencias (lectora, matemática y científica) alcanzadas por los alumnos a la edad de 15 años. Es un estudio cíclico que se repite cada tres años con el fin de apreciar la evolución en el tiempo del rendimiento escolar individual en las materias evaluadas.
No obstante también existen otra serie de indicadores: a nivel internacional nos encontramos con: Educationat glance OECD indicators y a nivel estatal: Sistema estatal de indicadores de la educación.
Los indicadores están bien, pero ¿reflejan la realidad? Os pondré en ejemplo, vulgarmente el PIB que es el producto interior bruto de un país en un tiempo determinado. Se usa para medir la riqueza de un país, pero eso tiene muchas matizaciones a su vez, no solo existe un tipo de PIB sino varios, o mejor dicho existen PIBs para cada uno de los sectores económicos, no obstante ese indicador es insuficiente para medir dicha riqueza ya que en su filtro obvia muchas ``tags´´ las cuales sin ellas se da una imagen falsa del país como por ejemplo la actividad del capital humano, del capital social, las acciones que no están estipuladas como empleo pero que generan una remuneración y no son en B....
Con esto quiero decir que si de verdad queremos saber cómo está la salud del cerebro tenemos que irnos a las escuelas, universidad y demás, pero no fijarnos en las notas sino en el alumno como individuo y como colectividad, ya que una nota es solo eso, una nota .
Pues bien, aun haciendo todo eso, España es uno de los países donde la educación superior no prima demasiado, pero si el FP y PCPI, ojo y boca, no quiero con esto decir que los cursos de formación no sean buenos, sino todo lo contrario ¡Son los que nos salvan del descalabro! Pero ahí reside la tristeza del saber, ¿cómo es posible que teniendo un potencial tan grande como lo tenemos, no se use? Eso, amigos, es tan difícil de saber que aún no existe solución, pero sí se puede averiguar teniendo en cuenta el contexto social de la España de hace unos años…
Nos retrotraemos a unos 14 años aproximadamente, eran tiempos felices, justo antes de la explosión de la burbuja, esa burbuja absorbió el caldo y la fuente de estudiantes y los trasladó flotando al andamio y demás, que no digo que esté mal, pero no debió hacerse. Muchos abandonaron el aquel entonces bachiller y se dedicaron a eso, a la construcción, - solo de escribirlo me entra pesambre…- pero… ¿Quién les va a culpar? En aquel entonces y ahora el colegio, la escuela, la universidad… no ofrecía salida a simple vista y el cemento entorno a los 3.000 euros, al menos como mínimo si tenías mala suerte, pero ¿Qué les llevó a hacer semejante cosa? Pues lo que me habría hecho a mí olvidar mis estudios, el tedio. Tampoco era buena la `` Tinta con sangre entra´´ eso es una involución. Se habló hace tiempo sobre la educación mixta y no mixta, con X de Extremo, pues vean, ambos tienen razón, unos porque si se separan DE LAS AULAS, que no de los colegios, a hombres y mujeres tanto unos como otros tendrán más posibilidades de despuntar en sus materias ya que tenemos distintos grados de maduración y por el contrario si no se separan ambos tendrán desarrolladas otras características que son necesarias para el desarrollo psicoemocional y profesional.
También sonaron ecos insoslayables sobre privada o no, y aun el tema huele a requemado cuando suenan las campanas de Salamanca. Pues vean ustedes mismos, si a una familia le cuesta comprar el material escolar… ¡Imagínense ustedes! Qué hecatombe si hay que pagar una escuela…
Por estas índoles se habla ya en las universidades, - que sí, que son muy caras para los españoles - ahora con Bolonia - que no sé si lo saben pero somos el único país de la UE que lo llevó a cabo, siquiera Bolonia lo está aplicando- están infantilizando al alumnado; ¡Que me piden la libreta en la universidad! ¿Dónde se ha visto semejante locura? Perdonen la expresión.
O si no luego está lo del postgrado, y el grado y las convalidaciones y las simulaciones y las adaptaciones al grado… antes al menos sabía lo que estudiaba, ahora no se si seré graduado o licenciado o simplemente estudiante de universidad, que no es lo mismo que universitario.
La educación en España es pobre pero el dilema no reside en el privado o el público, o en el concertado, no, el problema es estructural. Desde siempre se ha primado la buena nota y con ello el estancamiento de la mente en unos libros que importa muy poco que se llamen educación para la ciudadanía o Educación Cívica Constitucional.
Podríais decir que hablo mucho pero no pongo solución, pues no os daré ese gusto, un ejemplo de buena educación es la japonesa, en ella no prima que te sepas un examen únicamente, sino que prima que esos conocimientos los apliques en tu vida y si no puedes lo único que te queda es ser un Hikikimori.
La educación no tendría que estar a manos del politicastro de turno, da igual sean rojos o azules o magentas, la educación tendría que ser una sola, no ley sino convenio de todos ya que todos estamos sumergidos en ella y nos afecta de lleno como una gripe en navidad.
Esto es solo el preámbulo a una serie de reflexiones sobre la educación que iré subiendo.
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